BALí
El corazón palpitante de Indonesia
Por Fedra Villagrán
Viajar y visitar otro continente siempre representa un anhelo envuelto de misterio y el cuerpo se llena de adrenalina por la emoción de las nuevas experiencias que aguardan. La invitación en esta ocasión es recorrer Bali, en Indonesia, un lugar donde la cultura, la fe, el arte y la diversión, tienen un punto de encuentro único que transforma desde el interior a todo aquel que está en busca de una vivencia que combine todos estos atributos.
Coordenadas de viaje
La República de Indonesia está enclavada en el sudeste Asiático y Oceanía, tiene como capital la cosmopolita ciudad de Yakarta y es poseedora de 17,508 islas y más de 255 millones de habitantes. Ahí convergen distintas religiones como la cristiana, musulmana, budista e hinduista. Tiene diversos destinos para vacacionar y uno de ellos es la isla de Balí, la Tierra de los Dioses. El lugar tiene todo lo que el visitante ansia como es el misterio que enmarca su historia palpable en sus diferentes templos entre ellos: Pura Tanah Lot y Ulun Danu Beratan, en Bedugul.
Aquí la sensualidad llena los sentidos al admirar una puesta de sol en el rock bar o bien desde Nusa Dua o Pantai Lovina, donde se admira a los delfines nadando en el océano. Caminar por las calles, en alguno de los barrios de Ubud, Kuta o Savinak, te lleva a tener una gran empatía e intimidad con Balì a cada paso.
La magia y el misterio de los templos sagrados
Pura Tanah Lot, es un templo que se erige sobre una imponente roca, donde lo único que hay a la vista es la inmensidad del mar, por debajo de él se encuentran cuevas habitadas por serpientes marinas que de acuerdo a la mitología balinesa, son las guardianas del templo.
Es ideal visitar este templo durante la marea baja para caminar sobre las rocas en medio del mar. En su lado norte hay dos templos construidos sobre acantilados que conectan al islote con la costa. En Tanah Lot es posible ver las peregrinaciones y festividades religiosas con familias ataviadas acordé y las mujeres elegantemente vestidas con su sarong que es el nombre de su vestimenta tradicional, al tiempo en que cargan en su cabeza charolas con ofrendas que pueden contener flores e incienso, para ofrecer a sus dioses como símbolo de su devoción. Para los turistas no es posible ingresar al interior del templo ya que es necesario predicar el hinduismo, sin embargo, es factible deleitarse con la convivencia de los balineses y la magnificencia de este lugar y su vista al atardecer.
Este destino está colmado de un sinfín de atractivos paisajes, festividades, templos, gastronomía, hermosas playas, hasta una vida nocturna que late constantemente y por supuesto la sonrisa de su gente aunada a su calidez.
Monos guardianes de un exuberante santuario
Conocer el Sagrado Santuario del Bosque de los Monos, es una experiencia divertida que además nos conecta con la corriente filosófica del hinduismo denominada Tri Hita Karana, dónde Tri, significa tres, Hita, felicidad y Karana es sinónimo de manera, es decir que la unión de estas tres palabras significan “tres maneras de obtener bienestar físico y espiritual”.
El Bosque de los Monos o Monkey Forest es visitado por turistas de todas nacionalidades y fue creado para divulgar la paz y la armonía. Es un sitio que alberga una población de 678 monos, los cuales se dividen en 6 grupos diferentes, cada uno habitando un lugar dentro del santuario. Están los que ocupan la parte central del templo, la parte este, el cementerio, el llamado Michelin y la parte nueva del bosque.
los hay desde recién nacidos a cuatro meses de edad, hasta aquellos que son jóvenes de 2 años y así sucesivamente, hasta llegar a la edad adulta de 6 años en adelante. También hay una gran cantidad de árboles como el jati, mahoni y saman free, que provienen de diferentes partes de Indonesia.