Africam Safari
Por Tania Pérez Lavin
Un santuario de animales en el corazón de México
Si te apasionan los animales y te gusta conocer más acerca de ellos, Africam Safari ¡es el lugar para ti!
Going Places
Desde que tengo memoria, siempre me han gustado los animales y me ha apasionado convivir con ellos y verlos en un ambiente sano. Estoy segura de que te preguntarás, pero si puedo ir a algún zoológico a verlos y el animal no se ve que tenga ningún inconveniente, ¿para qué salir de la Ciudad de México? En los zoológicos, los animales muchas veces son descuidados y se encuentran en jaulas o áreas mucho más pequeñas de lo que ellos necesitan, por lo que el animal puede tener problemas severos a la larga.
El fundador de Africam Safari era un apasionado de los animales, así como yo, y es por es que decidió abrir un espacio para que varios animales no solo estuvieran en áreas grandes al aire libre, sino que nosotros podamos convivir con ellos con el debido respeto y aprendiendo a ver las necesidades de nuestros amigos peludos o plumosos, y disfrutar de un lindo día. De igual manera, este proyecto no solo se refiere a tener una mejor versión de un zoológico para conocer mejor las especies,sino que trabajan con diferentes proyectos, en especial con la conservación de los elefantes en conjunto con diferentes empresas privadas (más recientemente con colchones Lester), sino que tienen una iniciativa interna llamada “guardianes de la conservación en la que reconocen a personas que han ido un paso más allá para promover la conservación de varias especies.
La principal atracción de este maravilloso santuario, es el paseo en carro por las diferentes áreas del parque, las cuales están divididas en Delta de Okavongo, desierto de Kalahari, Oasis, Estepa Asiática, Bakuli, Huasteca, Valle del Rey, Maun, y Yellowstone, y cada una de estas áreas está conformada por especies que se encuentran cercanas en cada uno de sus hábitats naturales. Mientras se va recorriendo cada una de las áreas, Africam Safari ha diseñado un podcast para que no solo admires cada una de las especies, sino que también puedas aprender de ellas y entender cómo respetarlas.
Aparte de tener la oportunidad de pasear por las áreas designadas, ya sea en autobús colectivo o en tu coche, también puedes contratar una de las experiencias únicas que ofrece este lugar. Yo tuve la oportunidad de elegir una experiencia con lémures y pude aprender muchísimo del mundo de estas pequeñas criaturas. Los tienen en una isla natural de la cual ellos no pueden salir fácilmente pero a la vez pueden estar brincando y jugando en dicha isla. Lo primero que te dan como recomendación es que no te acerques a ellos, esto para no causarles estrés ni que se espanten. Lo que más me ha gustado de esta increíble experiencia es como ellos se acercan, hasta el punto en el que me jalaban la mano para poder agarrar y comer la fruta que les estaba ofreciendo, y todo esto como parte de su dieta creada por especialistas veterinarios que conocen a las especies y saben que necesitan para estar bien nutridos.
Para finalizar el día, visitamos un restaurante que se encuentra en las instalaciones, el cual es una pequeña isla rodeada de un lago con cisnes, con vista a la isla de los monos araña y, de nuevo, nuestros amigos peludos los lémures. Esto fue una experiencia inolvidable porque así puedes observar el comportamiento natural de dichos animalitos y entender cómo funciona su mundo y el hermoso reino animal. Cerrando con broche de oro, a la salida del parque hay una especie de caja en la que puedes echar monedas y así recaudar dinero para apoyar a alguna especie en específico. Lo atractivo de esto es que la caja está diseñada como una especie de pinball en la que no sabes en qué especie va a caer la moneda, y esto me ha parecido un gran incentivo ya que yo me he esperado a aventar varias monedas para poder apoyar a una de mis aves favoritas, el águila real, y en el proceso he puesto un granito de arena para el ajolote, la jirafa y el elefante.
Finalmente, pude vivir un deseo que siempre había querido, poder convivir con los animales de una manera mucho más personal, poder observarlos en un hábitat mejor adaptado a su mundo y verlos felices, saludables y disfrutando de la convivencia sana con los humanos.
