Dilo con una orquídea

Con más de 200 variantes de orquídeas en un solo invernadero, Mara Wilson continúa el legado de su madre, Marilú Podbereski, para seguir compartiendo este gusto por las plantas exóticas. Es un espacio de apreciación y descanso, ya que tienes la opción de quedarte a dormir en una de las cabañas que ofrecen. Hay una pequeña alberca y un chef que hace unas delicias culinarias. Un gran plan para desconectarte un fin de semana.

German es el encargado de mostrarte como tratar a una orquídea Phalaenopsis y también te enseña a transplantarlas. Aproximadamente hay entre 25 mil y 30 mil especies de orquídeas en el mundo, y alrededor de 60mil híbridos (variedades producidas por los horticultores).

Tahí ofrece distintos talleres y el lugar tiene varios invernaderos en donde se aprenden muchas cosas sobre estas especies. Entre invernaderos se encuentra un homenaje a la fundadora, Marilú, con una enorme y hermosa planta Casablanca, que era su preferida. Un dato curioso de Marilú Podbereski, es que ella y su esposo eran los dueños del restaurante polaco Mazurca, famoso porque le daba de comer al Papa Juan Pablo II, cuando visitaba a México.

Volviendo a nuestro tema, en el taller que nos impartieron en Tahí me sorprendió descubrir dos cosas de las que no tenía idea: la primera es que solo existe una especie de orquídea, llamada Ludisia, que es terrestre. Y de ahí mi segunda sorpresa, para saber que todas las otras orquídeas crecen solo a la sombra y en las raíces de los árboles, ¡con razón son tan difícil de tratar!.

Se dice que los aztecas utilizaban una orquídea, la vainilla, para enriquecer una bebida espesa hecha a base de cacao, destinada a los nobles y a los guerreros y era conocida con el nombre de xocoatl.

Las orquídeas más comercializadas y conocidas son: la Phalaenopsis, Cattleya, Dendrobium, Cymbidium, Vanda, Oncidium y Paphiopelidum.

Las orquídeas son consideradas plantas elegantes y sofisticadas que cautivan con sus coloridas y exóticas flores y al regalar una de ellas, detrás viene un significado de belleza, demostración de aprecio y admiración… así que ¡dilo con una orquídea!